La primera vez que comimos pancakes fue en Estados Unidos y recuerdo que los acompañamos con una especie de miel; nos gustaron muchísimo y el peligro es que se pueden volver una adicción, pero si somos capaces de ejercer algo de autocontrol, resultan ideales para acompañar un té informal.
Les dejamos nuestra receta y algunas ideas para que pasen una tarde divertida haciéndolos en familia.
Ingredientes:
Huevos, 2
Leche (nosotros usamos la descremada), 300 cc
Manteca derretida, 1cdita de té ó 1 cda sopera de Aceite neutro
Harina leudante, 225 grs
Polvo para hornear (nosotros usamos uno con gusto a vainilla), 1cdita
Sal, 1pizca
Azúcar, 3 cdas soperas
Manteca o Aceite neutro para la sartén
Preparación:
En un recipiente hondo batan los huevos, la leche y la manteca derretida apenas fría (atención con poner la manteca muy caliente porque se pueden cocinar los huevos y sería imposible hacer la masa); después agreguen los ingredientes secos, preferentemente tamizados. Dejen reposar durante diez minutos.
Enmantequen una sartén antiadherente y coloquen dos cucharadas soperas por cada pancake. Denlos vuelta cuando se comienzan a formar burbujas sobre la masa, cocínenlos un minuto más. El color de cada pancake debe ser marrón claro, como les mostramos en las fotos.
Nosotros acostumbramos a comerlos tibios; es la temperatura ideal para acompañarlos con mermelada, dulce de leche, queso crema, crema chantilly, crema pastelera, espolvoreados con azúcar, con alguna fruta que les resulte tentadora o, simplemente, solos, como le gustaba a Flor cuando era chica.
En las siguientes fotos les mostramos de lo que somos capaces de hacer en casa una «tarde de pancakes y té de frutas».
Historias a la hora del té 